Escucha este artículo
Audio generado con IA de Google
0:00
/
0:00
Este martes 17 de junio termina la práctica probatoria de la defensa del expresidente Álvaro Uribe Vélez, quien enfrenta un juicio por los presuntos delitos de soborno, soborno en actuación penal y fraude procesal. En la audiencia número 57, el testigo final es el experto informático Daniel Ríos Sarmiento, encargado de explicar la prueba pericial de cierre de la defensa.
El experto Sarmiento expondrá sus análisis recogidos en dos informes 106A y 106B, elaborados por él, a petición de la defensa, el 8 de junio 2025. La prueba pericial fue construida a partir de Elementos Materiales Probatorios (EMP) entregados por la Fiscalía Primera Delegada ante la Corte Suprema de Justicia y por la misma Corte Suprema de Justicia.
En la audiencia de ayer, 16 de junio, el ingeniero Andrés Gonzalo Vargas Durán —especialista en sonido, fonética judicial y lingüística forense— rindió testimonio sobre un informe de informática forense relacionado con una memoria USB incautada a Juan Guillermo Monsalve, considerado testigo clave en el proceso que se adelanta contra el exmandatario Uribe.
El peritaje, solicitado desde octubre de 2024, permitió establecer que el dispositivo contenía inicialmente seis archivos de video en formato AVI. Según el experto, estos corresponderían, al parecer, a grabaciones realizadas con un reloj equipado con cámara oculta, supuestamente manipuladas por el propio Monsalve.
Anterior audiencia: Juicio de Uribe hoy: defensa del expresidente presentará mañana su último testigo
Durante la diligencia número 56, la defensa del exmandatario llamó la atención sobre un hallazgo que calificaron como sorpresivo: sus peritos informáticos, tras aplicar técnicas de recuperación digital, lograron identificar archivos que habían sido eliminados. Algunos de ellos fueron restaurados y se integraron al análisis técnico.
El estudio se concentró en particular en el archivo REC_0004.AVI, que había sido entregado a la Corte Suprema de Justicia el 26 de febrero de 2018 por Deyanira Gómez Sarmiento, excompañera sentimental de Monsalve. El propósito era determinar si el material presentaba indicios de edición o manipulación. Al examinar la imagen forense alojada en el disco recibido por el grupo Acústica, los peritos encontraron un único archivo identificado como cumple.AVI.
El análisis detalla que en ese video se detectaron irregularidades tanto en el audio como en la imagen. “Fueron encontrados elementos auditivos-perceptivos, de la forma de onda, del espectro de la señal y en el contenido de imagen del video que permiten establecer la existencia de un fragmento donde el video y el audio no guarda la continuidad del evento grabado”, concluye el peritaje. La alteración, según los expertos, se localiza entre los minutos 7:45.740 y 7:46.767.
El informe forense detalla que el archivo cumple.AVI presenta signos claros de edición y alteración, sustentados en varias anomalías identificadas por los peritos: un tramo con ruido de alto nivel acompañado de un comportamiento anómalo en la imagen, cambios abruptos en la amplitud de la señal de audio en el fragmento señalado, la interrupción de cinco frecuencias específicas (1.01 kHz, 1.995 kHz, 2.275 kHz, 2.981 kHz y 3.005 kHz) que se mantenían constantes en el resto de la grabación, así como la aparición de imágenes que no corresponden con el desarrollo normal del video.
Siga en vivo el minuto a minuto de la jornada de este martes 17 de junio:
Las irregularidades de las cadenas de custodia de las pruebas
El testigo Ríos señaló ante la juez las inconsistencias en la cadena de custodia de los dispositivos utilizados como prueba en el proceso contra Uribe. Según su análisis, los aparatos —entre ellos relojes espía y dispositivos de almacenamiento— no fueron preservados conforme a los estándares técnicos: carecieron de medidas como el bloqueo de escritura y llegaron al peritaje en condiciones deficientes, con baterías infladas o estalladas, cables rotos y señales de posibles daños intencionales.
Esto, advirtió, impide establecer de forma fehaciente si los videos entregados como prueba fueron realmente grabados con esos dispositivos, lo que compromete su autenticidad y valor probatorio. El experto añadió que, tras el análisis, se detectaron rastros del uso de un software denominado Autopsy, lo que indicaría una manipulación previa de los datos almacenados.
También se identificaron intentos de borrado de información y la existencia de más archivos de los que fueron reportados originalmente en el rótulo de la evidencia, lo que abre dudas sobre la integridad de los materiales aportados.
Por su parte, la defensa de Uribe resaltó que dentro de los dispositivos se encontraron indicios del uso irregular de tecnología prohibida en prisión —como celulares y computadores— y posibles actividades financieras ilícitas, relacionadas con el manejo de dinero y la adquisición de bienes.
En cuanto a la tarjeta micro SD aportada por el abogado Miguel Ángel del Río, la defensa sostuvo que el video recuperado muestra a Juan Guillermo Monsalve, aparentemente en su celda, grabándose a sí mismo mientras sostiene la carta de retractación que presentó ante la Corte Suprema de Justicia. Para los abogados de Uribe, este hecho contradice la versión de Monsalve, quien afirmó que el documento fue producto de presiones indebidas de Diego Cadena y Enrique Pardo Hasche.
Señalan que se uso un software para alterar las pruebas
El experto en informática forense Daniel Ríos explicó que, al analizar un disco duro magnético de un computador HP que está bajo custodia de la Corte Suprema de Justicia, se detectaron indicios de posibles manipulaciones previas. Según señaló, en el dispositivo quedaron rastros del uso de un software llamado Autopsy, una herramienta de análisis forense de código abierto, lo que indicaría que los datos del disco fueron procesados mediante ese programa, generando la posibilidad de que se hubieran modificado o alterado elementos materiales que no figuran en la cadena de custodia de la Fiscalía.
Ríos advirtió que, al comparar el contenido del disco con el rotulado original, se identificó la existencia de muchos más archivos de los que inicialmente se habían reportado. Esto, dijo, demuestra que los datos fueron tratados de manera contraria a los estándares técnicos, lo que habría alterado su composición original. Además, señaló que se encontraron rastros de intentos de borrado de información, aunque gracias a las herramientas forenses especializadas fue posible recuperar parte de esos registros.
El perito precisó que esa recuperación permitió identificar copias y registros de videos que no correspondían al rotulado inicial, lo que —según su análisis— constituye evidencia objetiva de que el material probatorio fue manipulado. También resaltó que el disco no contó con medidas básicas de preservación, como el bloqueo de escritura o la conservación del estado original de los datos, lo que aumentó el riesgo de alteración.
Cuando el abogado Jaime Granados le preguntó si, mediante esas herramientas forenses, había logrado determinar el tipo de manipulación sufrida por el disco, Ríos respondió afirmativamente. Explicó que los mensajes de datos del material probatorio fueron estructurados con el uso del software Autopsy y que los rastros identificados evidencian intentos de borrado, pero sin impedir que la información fuera recuperada, lo que permitió descubrir registros que no concuerdan con la descripción consignada en el rotulado de la prueba.
Habla el último testigo: el perito Daniel Ríos Sarmiento
El experto en informática forense, Daniel Ríos Sarmiento, fue contratado para construir un análisis de las pruebas presentadas por la Fiscalía para acusar al presidente por presunta manipulación de testigos. En un extenso memorial, la defensa expone las conclusiones de ese peritaje, centrado inicialmente en la revisión de una memoria USB incautada a Juan Guillermo Monsalve, a la que se ordenó un estudio técnico desde octubre de 2024.
Según el equipo jurídico de Uribe, dicho dispositivo llegó a manos de la Fiscalía por intermedio de un perito presentado por el abogado Miguel Ángel del Río, defensor de Monsalve. El informe revela que, de manera inesperada, algunos de los archivos recuperados mostrarían a Monsalve utilizando relojes con cámara espía desde el interior de su celda, presuntamente con el conocimiento —e incluso la complicidad— de guardianes del Inpec.
En uno de los videos se oye a un funcionario penitenciario reconocer que se trataba de un reloj espía, mientras Monsalve afirmaba que el dispositivo había sido comprado por su entonces esposa. Según la defensa, las imágenes evidencian a Monsalve manipulando los dispositivos, hablando directamente a la cámara o grabando a otras personas, lo que —afirman— plantea serios interrogantes sobre la cadena de custodia y la fiabilidad del material presentado como prueba.
El tema resulta clave porque ese material constituye un soporte de la acusación de la Fiscalía: que el abogado Diego Cadena, entonces apoderado de Uribe, ofreció beneficios a Monsalve para que modificara su testimonio. La defensa, por su parte, subraya que un informe de la propia Fiscalía, fechado en agosto de 2022, concluyó que uno de los videos presentaba un fragmento con discontinuidad entre el audio y la imagen, lo que indicaría que fue editado.
Abogado Amaya expuso las pruebas documentales
La jornada 57 comenzó a las 8:00 a.m. con la intervención del abogado suplente Juan Felipe Amaya, quien se encargó de presentar el conjunto de pruebas documentales de la defensa. Entre los archivos aportados figuraron varios autos emitidos por la Corte Suprema de Justicia, así como notas y registros contenidos en una memoria USB que pertenecía al abogado Diego Cadena, procesado en el mismo caso por presunta manipulación de testigos.
En esos documentos, Cadena dejó consignados detalles de encuentros relacionados con el testigo Juan Guillermo Monsalve. Uno de ellos ocurrió el 20 de marzo de 2018, cuando, según el registro, Cadena visitó la cárcel La Picota, en Bogotá, y se reunió con Monsalve y Enrique Pardo Hasche. Según el abogado, Monsalve habría manifestado entonces su inconformidad con el senador Iván Cepeda, afirmando que este le incumplió y que, tras haber estado en el Pabellón de Alta Seguridad (PAS B), donde gozaba de beneficios como DirecTV, computador portátil y celular, fue trasladado a otro pabellón.
Monsalve aseguró estar arrepentido de las afirmaciones hechas contra los hermanos Uribe y expresó su intención de retractarse, aunque antes planteó cuatro solicitudes dirigidas al expresidente Álvaro Uribe Vélez: garantizar seguridad para él y su familia; confirmar si Uribe recibió una carta en una clínica de Antioquia (según él, eso habría evitado toda la situación); ofrecer disculpas a Uribe y su familia, punto en el que insistió porque dijo que su propia familia, especialmente su padre, lo había rechazado; y, finalmente, que Uribe contactara a Juan Villegas, político y ganadero cercano al exmandatario.
Cadena registró que el 26 de marzo de 2018 respondió a estas inquietudes: que la seguridad debía gestionarla directamente ante la Corte y por los canales institucionales; que Uribe nunca recibió la carta mencionada; que no era necesario preocuparse por el perdón, pues lo importante era que Monsalve dijera la verdad al país; y que ya se había comunicado con Juan Villegas.
Ese mismo día, Monsalve preguntó cómo debía redactar la carta de retractación y, según Cadena, le aconsejó que narrara la verdad sobre lo relacionado con Cepeda y que, si deseaba pedir perdón, lo hiciera de manera pública. De acuerdo al registro de Cadena, Monsalve expresó que remitiría la carta a través de su esposa, pues no quería que Cadena siguiera yendo a visitarlo por temor a Don Mario y El Canoso.
Para conocer más sobre justicia, seguridad y derechos humanos, visite la sección Judicial de El Espectador.
